martes, 26 de febrero de 2013

Atléta del engaño

Aquí está el símbolo perfecto de Chus Calleja Costado, no es muy difícil definirlo dado que aspira a subir en el escalafón político del PSC siendo tan sólo un capullo, pero bueno, en todo cesto hay una manzana podrida, por lo que en cada ramo hay un capullo, y visto lo visto más vale que no florezca ya que no nos podemos imaginar lo que hay dentro de ella.

Conocí a Chus hace algo más de un año, la verdad fue un error. Mediante vías de redes sociales apareció un mensaje de "si quieres una smart chat" quedar con él, y en la situación que se encontraba Jenny de ¿porqué no? accedió. Y así fue, en la Torre Rosa un 13 de febrero, por el barrio de Maragall.

Dos semanas más tarde hubo una segunda cita, un fin de semana, justo el fin de semana que Jenny cumplía los 25, pero no fue tan inmediato. El evento era en domingo, y la (me cuesta encontrar palabra)... las dos personas quedaron en viernes noche, justo cuando Chus acababa su jornada laboral, que de hecho, fue a buscarla al tren, a la parada de la Rambla de Just Oliveres. De camino a la concejalía pasaronpor un coche con conejitos a dejar los trastos ahí. Entraron al despacho de Chus, además de robar algunas bebidas de un cuarto almacén lleno de cervezas, aguas... dando a entender a Jenny que era algo que hacía a menudo.

Una vez acabó de hacer unas gestiones, Chus quiso ir al "Al Andalús", el restaurante preferido de una de sus mejores amigas, que por lo visto no es de una condición muy distinta a la de su amigo. En fin, en ese momento Chus comenzó a introducir a Jenny en su círculo de amigos.

Jenny estaba perdida, por primera vez quedaba con gente nueva después de su ruptura con Gabi, se sentía rara, pensando en los amigos de su anterior pareja, en su familia... aún así no tenía ningún impedimento para seguir adelante.

Lo mejor de la noche fue el recibo de una foto vía whattsapp de su prima de Madrid. Hay un nuevo miembro en la família de Jennifer, pero hasta agosto no conocería en carne y hueso la preciosidad de Mila.

Tras ese momento, Chus fue a felicitar a su abuela y llevó a Jenny a su habitación, de visita, donde tenía una larga colección de gorras para tapar su alopecia.

Después de la felicitación a su abuela se fueron al picadero, que no es otra cosa que un piso antiguo perdido por Bellvitge, piso de su abuela que tiene alzehimer, suerte que no sea consciente de la persona que es su nieto. No pasó nada, ni uno ni el otro quiso, cada uno por razones distintas, hasta el mediodía, después de que Chus fuera a trabajar aquélla mañana dejando a Jenny durmiendo hasta las 12, cuando Chus vino con un café con leche.

En ese momento hizo vestirse a Jenny, sin acceso a ducha, y se la llevó a un lugar de cocina gallega, donde se suponía que Chus tenía buenos tratos. Jenny no comió nada. La presión a la que estaba Jenny ante tal espiral depresiva le había hecho perder 10 kilos, y saltaba a la vista que no iba a remitir esa pérdida de peso en ese momento.

Al salir del restaurante gallego, fueron hacer un café en un lugar no muy lejano, que invitó Jenny ya que quien quiso marchar fue ella debido al vicio del tabaco. En ese momento Chus llamó a una amiga suya que era como su hermana a la que le llama "sist", una chicha muy guapa aunque muy soberbia, también cabe decir que puede tras sus logros profesionales, aunque la humildad no le vendría nada mal. Algún momento en su vida le hará bajar los humos, la soberbia nunca es buena. Volviendo al tema Chus, el día siguió después del café aunque con una pequeña bifurcación, Chus tenía que ir a nadar por lo que llevó a Jenny a estudiar un examen que tenía la semana siguiente hasta el momento de finiquitar el entreno que la pasó a buscar con su VauxHall y fueron hacia el hotel.

La mañana siguiente era domingo, el cumpleaños de Jenny. Chus había invitado a Jenny a una "calçotada", pero como a Jenny nunca le ha gustado prefirió irse a casa, por lo que Chus le prometió ir a la noche, además de saber que aquella tarde Gabi quería hacer acto de presencia con el único objetivo de fastidiar a Jenny, o más bien, esa relación (por llamarla de algún modo), dado que había estado toda la mañana llamando pero el teléfono no fue cogido. Como siempre, Gabi aparece sólo para fastidiar.

Jenny se encantó de la conversación que tenía con el calvo, sentía que podía hablar de todo, en todo momento se reía de Gabi, cosa que a Jenny le daba fuerza, pero en ningún momento Chus le pareció la mitad de capullo de lo que era, es más, aquella tarde en que Jenny había quedado con Gabi, Chus sugirió a Jenny quedar a la noche, supongo que para cotillear. A partir de esa quedada nocturna, en el 25 aniversario de Jenny tras la quedada de Gabi, las visitas de Chus empezaron a ser de médico, la intimidad desapareció y Jenny tan sólo buscaba aquélla intimidad, aquélla sensación de que hay algo mejor que Gabi...

Al final, los encuentros eran más fugaces y menos personales. Aunque esto ya es cosa de otro post.

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